El 12 de octubre se
conmemora en todos los países hispanoamericanos el momento histórico en que
Europa occidental arribó por primera vez al continente americano. La
expedición del genovés Cristóbal Colón llegó a las costas de una isla
americana, y en ese preciso momento comienza el contacto entre Europa y
América, y culmina con el Encuentro de los dos Mundos, llegándose a la
transformación de todas las vidas humanas, europeas y americanas. De esta
manera, aquel 12 de octubre de 1492 provocó un encuentro de culturas
completamente diferentes, modificó la economía mundial y desató cambios
demográficos en toda América.
Se trató de uno de los
momentos cumbres de la historia universal porque significó
el encuentro de dos mundos que se habían desarrollado
independientemente, sin que uno conociera la existencia del otro: el nuevo
mundo América y el viejo mundo, Europa.
Las consecuencias de
este encuentro entre dos mundos fueron dramáticas para los nativos americanos,
llegando a producirse la muerte de millones de personas (guerras, esclavitud y,
sobre todo, enfermedades) y la desaparición de culturas.
Desde el año 1917, por
decreto del entonces Presidente de la Nación, Hipólito Yrigoyen, se ha
conmemorado esta fecha bajo el nombre “Día de la Raza”.
En el año 2007 el INADI
(Instituto Nacional contra la discriminación, la xenofobia y el racismo)
presentó un proyecto de decreto por el cual se proponía cambiar la
denominación de esa fecha por “Día de la Diversidad Cultural Americana”.
Finalmente, por medio del Decreto presidencial N° 1584/2010, emitido por la
Presidente Cristina Fernández de Kirchner, adquirió su actual apelativo: “Día
del Respeto a la Diversidad Cultural”.
Este cambio se cimentó en el entendimiento de que la división de
la humanidad en “razas” carece absolutamente de validez científica, lo que
constituye hoy una concepción político-social errónea y peyorativa; por lo
tanto, su utilización sólo favorece reivindicaciones racistas.
El Plan Nacional Contra la Discriminación estableció, entre sus
prerrogativas, que el 12 de octubre sea un “día de reflexión histórica y
diálogo intercultural”. Esto supone dejar atrás la conmemoración de la
conquista de América y el proceso de “homogeneización cultural” que sólo valoró
la cultura europea, para dar paso al análisis y a la valoración de la inmensa
variedad de culturas que los pueblos indígenas y afrodescendientes han aportado
y aportan a la construcción de nuestra identidad.
La bandera insignia es la Wiphala,
que con su COLOR, une y comunica.
Significado de los colores:
1.
Rojo: El
planeta tierra (aka pacha), es la expresión del hombre andino, en el desarrollo
intelectual, es la filosofía cósmica.
2.
Naranja: Representa la sociedad y la cultura, es la
expresión de la cultura, la preservación y procreación de la especie humana; es
la salud y la medicina, la formación y la educación, la práctica cultural de la
juventud dinámica.
3.
Amarillo: Es la energía y fuerza (cha'ama pacha),
expresión de los principios morales, es la doctrina
del Pachakama y Pachamama: la dualidad (chacha wami), las leyes
y normas, la práctica colectivista de hermandad y solidaridad humana.
4.
Blanco: El tiempo y la dialéctica (jaya pacha), es
la expresión del desarrollo y la transformación permanente del Qullana Marka
sobre los Andes, el desarrollo de la ciencia y la tecnología, el arte, el
trabajo intelectual y manual que genera la reciprocidad y armonía dentro de la
estructura comunitaria.
5.
Verde: Representa la economía y la producción
andina, riquezas naturales de la superficie y el subsuelo, la flora y fauna que
son un don.
6.
Azul: Espacio cósmico, el infinito (araxa pacha),
es la expresión de los sistemas estelares y los fenómenos naturales.
7.
Violeta: La política y la ideología andina, es la
expresión del poder comunitario y armónico de los Andes; el instrumento del
estado como una instancia superior, las organizaciones sociales, económicas y
culturales, la administración del pueblo y el país
En el centro está atravesada por una franja de siete cuadrados
blancos que simbolizan las Markas (comarcas) y Suyus (regiones),
es decir la colectividad y la unidad en la diversidad geográfica y étnica de
los Andes. También representa el principio de la dualidad, así como la
complementariedad de los opuestos, por lo tanto unión de los espacios; y así la
oposición complementaria o fuerza de la dualidad, es decir: fertilidad, unión
de los seres y, por consiguiente, la transformación de la naturaleza y los
humanos que implica el camino vital, y la búsqueda a la que éste nos
impulsa.